Al menos de cuatro disparos fue ejecutado Martín, empresario dueño de una fábrica de hules, en San Andrés Atenco.
Un sicario disfrazado de obrero vigiló todos los movimientos del empresario, hora de llegada y salida, hasta que lo asesinó de al menos cuatro disparos.
El asesino se vistió de obrero para pasar desapercibido en el área donde existen varias fábricas, según relataron testigos que no lograron ver la fisionomía del hombre.
El empresario tenía alrededor de 50 años y viajaba en un Audi color gris y transitaba por la avenida a punto de llegar a su trabajo cuando le dispararon de forma mortal.
Transeúntes llamaron a una ambulancia que llegó poco después, pero nada pudieron hacer ya que el hombre había muerto por los disparos.
Su cuerpo quedó en el interior de su automóvil al exterior de su fábrica, situada en Avenida del Trabajo y Avenida Central.
Su personal también salió a ver lo ocurrido y llamaron a la policía. Horas después, servicios periciales de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) del Estado de México recolectaron los indicios balísticos y trasladaron el cadáver correspondiente.
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